El encarecimiento de la materia prima se traduce también en un encarecimiento del precio en la construcción hasta un 10%.
Esta subida se traducirá en corto-medio plazo en un encarecimiento del coste de la vivienda y el alquiler, de hecho en lo que va de año este ha subido hasta un 7,7%, que contrasta con el descenso que se registró el año pasado que supuso el 3,8% menos con la llegada de la pandemia.
Productos como el acero, la madera, el aluminio o el cobre, son los que se han visto encarecidos, en algunos casos como el acero, disparando su precio hasta un 58% más en los últimos 12 meses.
La cimentación y la construcción de estructuras pues, se convierten en el detonador principal de esa subida.
Parece ser que el sector de la construcción remonta y ¡eso nos alegra! Ya que las expectativas en plena pandemia donde se suspendió toda actividad no esencial vaticinaba el peor de los escenarios.